miércoles, 1 de octubre de 2008

LA FÁBRICA DE TRANSFORMADOS PESQUEROS DE LA RESTINGA PRODUCE ATÚN ENVASADO
Listos para la venta nuevos productos de El Hierro


La empresa pública Mercahierro ya dispone de 14.000 botes de atún envasado dispuestos para su comercialización, que se distribuirán entre los supermercados de la Isla e intentarán abrirse hueco en las estanterías de los comercios del resto del Archipiélago, posteriormente.
Mientras, la Fábrica de Transformados Pesqueros de La Restinga, continúa la producción de envasados, para lo que dispone de 40.000 kilos de atún, comprados a los pescadores herreños tras la última zafra.



El Cabildo de El Hierro potenció la puesta en marcha de esta explotación en 2006, “enmarcada en una potentes estrategia de comercialización de los productos de El Hierro, contribuyendo, además, a diversificar la economía de la Isla y aportando fuerza y prestigio a la Marca Insular”, afirma el consejero de Sector Primario, Javier Morales.
La producción consta de dos variedades de atún envasado: uno en aceite de oliva extravirgen y otro para el que se usa aceite ecológico. Ecológica es también la sal utilizada para la fabricación de estos productos.
El buen funcionamiento de la fábrica y notable aumento de la producción traen aparejado, como consecuencia, la necesidad de que se esté trabajando en la ampliación de la plantilla, que actualmente es de 4 personas. Durante este mes se han impartido cursos de formación de manipulación de alimentos pensando en nuevas contrataciones.
“Supone una garantía para los pescadores, que aseguran la venta de buena parte de sus capturas y, al mismo tiempo que sirve de apoyo al sector pesquero, lo hace al sector laboral, al convertirse en una fuente de empleo local”, añade el consejero.



Los cuatro empleados actuales se formaron con un maestro atunero del norte de España, que permaneció en la Isla dos meses, hasta conseguir que estos trabajadores controlasen a la perfección el largo proceso de fabricación de envasados.
La fábrica está equipada con todo lo necesario para elaborar un producto de calidad que cumpla con todas las garantías sanitarias necesarias para el consumo.
El atún que llega a las instalaciones se somete a una cadena de acciones que comienzan con el congelado de la materia prima a bajas temperaturas.
Posteriormente, se guisan las piezas, se limpian y cortan para pasar a los frascos de cristal en los que llegarán al mercado clasificados como “lomos” o “migas”.
Entre la maquinaria que se emplea en el laborioso proceso, interviene una administradora de aceite, una cerradora, el tren de lavado o el autoclave para esterilizar los tarros, entre otros.
El trabajo concluye con el etiquetado de los botes, de 250 gramos, bajo el sello de garantía “Isla Ferro”, incluido en la marca insular “Productos de El Hierro”.
Semanalmente se logra una media de producción de 1.200 botes.